Publicado en Uncategorized

Lecturas de verano

Estamos en la época: hay que recomendar lecturas para el verano. Es preceptivo, va con el momento y la profesión. Pues no creáis, no sólo de profesores vive el universo de las recomendaciones literarias. He estado leyendo, releyendo, un artículo del gran Ramón y Cajal, sobre las lecturas recomendadas a los hombres de edad y, la verdad, creo que no nos vendría mal hacer un poco de caso de las opiniones del gran humanista.
En primer lugar, claro está, Homero y los trágicos junto con Aristófanes.
Dice que la Geografía de Estrabón «hace notar el ya exagerado individualismo español» y que Diógenes es su «libro de cabecera» al que recurre cuando lo asaltan las pesadillas. En cambio Plutarco es peligroso para ser leído por la noche porque escribe «demasiado bien», si acaso «Las obras morales», pero «Las vidas paralelas» ni de lejos.
Algo parecido le pasa a Tucídides con «La guerra del Peloponeso», demasido vívida y apasionante para un espíritu delicado como el de un anciano. En cambio Jenofote es recomendable.
En cuanto a los latinos en primerísimo lugar Cicerón, pero no sus discursos forenses; Plauto y Terencio sí que son divertidos y amenos; Séneca no, que es demasido fúnebre aunque sabio; «La Eneida» deja su lugar a las deliciosas «Geórgicas» y Ovidio lo encuentra aburrido, salvo algún fragmento de «Las Metamorfosis».
Por supuesto Horacio ocupa la cabecera de esta lista porque sus obras son «un tesoro de buen sentido y depurado gusto literario».
Por último, quien quiera dormir bien y mantener su optimismo destierre lejos a Tácito, Suetonio y al mismísimo Julio César que, en todo caso, debe leerse con la luz del día por delante y no arriesgarse a pesadillas y malos sueños. Tito Livio es más recomendable que César y Apuleyo un encantador entretenimiento. Urlaubslektüre

Bibliografía: El mundo visto a los ochenta años, Santiago Ramón y Cajal

Autor:

Profesora de enseñanza media de Latín y encantada con serlo, pese a las dificultades

Deja un comentario