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25 de noviembre: día internacional de lucha contra la violencia de género

Veréis, yo no estoy contra la violencia de género. Supongo que esto puede resultar muy escandaloso, pero es que parto de la idea, tal vez, anticuada, de que la violencia es violencia y que, desde tiempo inmemorial, la violencia es violencia porque la ejerce el fuerte, o eso se cree él, sobre el débil.

Supongo que en los dorados tiempos del matriarcado mediterráneo las dominantes mujeres la ejercían sobre los dominados hombres y que, con la llegada de los bárbaros dorios portadores del hierro, esta tortilla se dio la vuelta. Pero, desde mi modesta opinión, el que un hombre maltrate a una mujer, el que una mujer maltrate a un hombre o el que un adulto maltrate a un niño tiene la misma repulsiva importancia, aunque los números y frecuencias sean diferentes.

Sin embargo nos gusta pensar que vivimos en un mundo civilizado y que esas cosas no pasan entre nosotros. Yo me dedico a la enseñanza, me gusta enseñar y creer que, en las aulas y entre docentes, estamos a salvo; que enseñamos a controlar esos instintos que varios milenios de civilización han dejado como un poso en nuestra alma… y de pronto salta la liebre.

Esta mañana mis alumnos me han dejado, entre risas, que vea los apuntes que un profesor les ha pasado por correo con una batería de más de doscientas preguntas de las cuales él seleccionará un determinado número para el examen y me encuentro con esto:

Apuntes 2º de Bachillerato. Optativa. Curso Escolar 2014-2015

173. ¿Cuál es la actividad que consume más calorías?

Atletismo.

174. ¿Y la que menos?

Planchar y comprar.

Supongo que es una «bromita», que no quería ofender y todo eso que todos, y no sólo todas, hemos oído unas mil veces, pero, francamente, es hiriente, denigrante. No creo que sea digno de una persona que se llama profesor y que tiene a su cargo la educación de un número creciente de adolescentes. ¿La próxima vez será chistes sobre calvos, homosexuales, judíos, negros o rubios de ojos azules? ¿Es esto una pregunta de examen? ¿Y si sale? ¿Hay más bromas de ese tipo, o de otro, en los apuntes? ¿En otros apuntes? ¿En clase?

Y, sobre todo, ¿hemos de soportarlo? ¿Por qué?